Las ONG ante 'emergencias', ¿cómo afrontarlas?

Últimamente, de lo que más se habla en la calle, en los medios de comunicación, en las instituciones o en nuestras casas es de la crisis de los refugiados sirios. Esta ‘crisis’ surge a partir del conflicto bélico civil en Siria, que al alcanzar unos niveles de violencia extremos, ha provocado que cientos de miles de sirios huyan del país, abandonando sus hogares y esperando recibir asilo en algún lugar seguro. Desde SolucionesONG queremos mandar nuestro apoyo a todas esas ONG que trabajan día a día para paliar esta crisis: en este post, analizaremos cuáles son los elementos que hacen que las campañas en este tipo de situaciones sean efectivas y cumplan con los objetivos, de forma que puedan ser trasladables a otro tipo de colectivos.

Seguro que hay muchas y todas se merecen un gran aplauso, pero para los efectos de este post vamos a analizar la más relevante: ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados).

¿Qué hacen normalmente y qué cambian cuando hay una crisis de estas magnitudes?

ACNUR es el organismo de Naciones Unidas que protege a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos, y promueve soluciones duraderas a su situación, mediante el reasentamiento voluntario en su país de origen o en el de acogida. Básicamente se encargan de llevar a cabo la realización de informes no vinculantes sobre si las autoridades pertinentes debieran otorgar o no el estatuto de refugiado a cada solicitante del mismo, individualmente. Además, trata de encontrar soluciones duraderas para estas personas y no sólo a corto plazo y les asiste.

Sin embargo, cuando acontece una emergencia como, por ejemplo, un conflicto bélico que provoca que los flujos de refugiados y de personas solicitantes de asilo se incrementen de forma masiva, el ACNUR tiene que, no sólo gestionar un nivel muchísimo mayor de solicitudes y procedimientos de asilo en los países de destino, sino además aumentar la atención directa en los campos de refugiados (entre otras cosas)

Conclusión: todas las entidades tienen una actividad normal y habitual en la que trabajan sus objetivos correspondientes pero también tienen que afrontar situaciones excepcionales. Por ejemplo, una ONG que se encarga de ofrecer ayuda y soporte a personas con discapacidad tiene actividades a lo largo del ejercicio que son orientadas esos fines, pero cuando se acerca el día internacional de las personas con discapacidad su actividad se incrementa y surgen nuevos proyectos. O, en la misma línea del ejemplo, cuando se aprueba una ley que afecta a este colectivo y surgen dudas o disconformidades o cuando se desarrolla un nuevo medicamento que puede ayudar a determinadas personas.

Como veis, este doble flujo de actividad normal-excepcional puede ser aplicable a cualquier organización sin ánimo de lucro.

¿Cuáles son las necesidades principales?

Cuando ACNUR se encuentra ante una crisis como la actual, ¿Qué es lo que necesita?: Sensibilización, difusión y fondos en un nivel mucho mayor que el habitual.

Conclusión: Durante el desarrollo habitual de la actividad de toda ONG, las campañas van orientadas a la captación de socios, subvenciones, especialistas en el tema, etc. Pero cuando afrontamos alguna de las situaciones no habituales a las que antes nos referíamos lo que se necesita son muchos fondos y, por lo tanto, mucha sensibilización y a muchas personas que, sin ser especialistas en el tema o sin tener intención de asociarse a la entidad, participen de forma activa en la difusión de ‘la situación actual de’, ‘la problemática de’, ‘la negativa afectación de la ley X sobre Y colectivo’, etc, para que la incidencia o impacto sea mucho mayor que el de situaciones no excepcionales.

¿Qué medios utilizan para satisfacer esas necesidades?

El ACNUR tiene programas de formación y preparación para poder estar listo cuando la urgencia de la situación lo requiera: reservando almacenes de ayuda humanitaria y lo más importante, formando a gente. Las campañas en los medios de comunicación se multiplican (en número y en impacto) y, además, se ofrecen muchas más y más diversas formas o vías de colaboración con la causa.

Conclusión: Esto es muy importante: la previsión. Toda entidad debe estar preparada para cualquier cosa. Al igual que se siguen líneas de actuación o proyectos concretos a lo largo de la vida de una ONG, todas deberían tener abiertas y en marcha líneas de actuación para ‘emergencias’ con su respectiva asignación de presupuesto: campañas especiales, promoción de programas con una mayor sensibilización a través de técnicas de marketing con más impacto en el receptor, multiplicar los medios a través de distintas redes sociales, reestructuración de la página web, oferta de nuevos métodos de colaboración, financiación de proyectos a través de crowdfunding, promoción de la participación, activismo político y social, y un largo etcétera, pues cada línea tendrá que adaptarse a la capacidad y objetivos de cada entidad.

Con todo esto queremos decir que ninguna causa es más importante que otra: todas las ONG hacen una gran labor en sus correspondientes ámbitos de actuación y todas han de afrontar distintos tipos de dificultades. Lo importante es que se haga de forma correcta y eficiente, para que se cumplan los objetivos y podamos vivir en un mundo más justo y mejor.