Saltar al contenido principal

Voluntariado y trabajo remunerado: ¿y por qué no van a entenderse?

17.01.11

La foto es de yckhong en flickr

¿La labor de los profesionales se complementa con la de los voluntarios sociales a la hora de mejorar la vida de los demás? ¿Es la creciente especialización en el sector social una oportunidad o un riesgo? ¿Debatimos?

La creciente especialización en diversas áreas de los servicios sociales ha supuesto un logro importante como base permanente de atención a los más desfavorecidos. En algunos países se ha consolidado un sistema de solidaridad institucionalizada que se asume como algo obvio y obligatorio para las administraciones públicas.

Dentro de este sistema de protección social, los profesionales (médicos, enfermeras, trabajadores y educadores sociales, monitores diversos, psicólogos, terapeutas ocupacionales, etc.) desempeñan una función central e imprescindible, mientras que los voluntarios sociales asumen su papel subsidiario, al servicio en muchos casos de los propios profesionales o coordinados por ellos.

Pero hay quien opina que existen incompatibilidades o puntos de fricción entre profesionales y voluntarios, aunque, afortunadamente, somos muchos más los que defendemos la absoluta complementariedad de ambas actividades.

Sería un grave error que el voluntario hiciera de su servicio una actividad profesional porque ni su compromiso, ni sus conocimientos ni su dedicación serían los adecuados. Y, aunque lo fueran, podría ser una intromisión laboral. Aunque el voluntario posea cualificación para atender profesionalmente a una persona, no debe hacerlo. Más bien, deberá derivarlo hacia el profesional de referencia. Un voluntario que sea médico de profesión no podrá no podrá diagnosticar, prescribir medicamentos o poner un tratamiento a un enfermo cuando actúe como voluntario, salvo en un caso de urgencia. Por el contrario, deberá enviarlo al centro de salud que le corresponda.

Lee el resto de la noticia en Canalsolidario.org

Trata sobre:

  • RRHH voluntariado
Compárte en las redes sociales

Comentarios

Comentario de: Montse de Paz
18.01.11

Hola,

¡qué tema tan y tan hablado! Sí, voluntariado y trabajo profesional se complementan perfectamente. He vivido esta simbiosis durante más de veinte años que llevo colaborando, trabajando y dirigiendo ONG. No sólo hay convivencia positiva y creativa entre voluntarios y profesionales, sino que a menudo una misma persona vive las dos vertientes: es mi caso. Recibo una modesta remuneración por dirigir los proyectos de ARSIS, pero en realidad desempeño unas cuantas tareas más, a tiempo y a destiempo, que me ocupan los siete días de la semana sin limitación horaria… y lo hago muy a gusto y con ganas.

Los voluntarios son clave no solo para ofrecer amistad, compañía y amor a las personas que necesitan ese calor humano, sino, muy a menudo, para levantar iniciativas. Casi todas las organizaciones que conozco empezaron con el impulso de un grupo de personas totalmente altruistas que jamás persiguieron el lucro. En muchos casos, esos mismos fundadores siguen ahí, al pie del cañón, durante muchos años, sin cobrar un euro por su trabajo de liderazgo, captación de fondos, promoción de la entidad, mimo del equipo humano (formado muchas veces por profesionales que sí están remunerados). A veces, ni ellos mismos son conscientes de que son “voluntarios”. Para ellos, la ONG y su labor son su pasión, su vida.

En cuanto a los miedos… ¿miedo a que el voluntariado interfiera o quite trabajo a los profesionales? ¡No! Como bien dice J. C. Fajardo, el voluntariado ha sido un factor de creación de empleo.

Por otra parte, tampoco podemos ser estrictos. Lo siento, pero hay circunstancias en las que un profesional, a mi ver, puede, y es lícito que lo haga, desempeñar su labor de forma solidaria. ¿Qué pasa con esos médicos que van a países del tercer mundo, no como cooperantes de grandes ONG ni cobrando, sino como puros voluntarios de pequeñas asociaciones, y ejercen su labor, pagándose su propio viaje y sin exigir nada a cambio? ¿Qué pasa con ese abogado que no tiene corazón para cobrar por sus servicios a un inmigrante que está en la calle esperando tener papeles para ponerse a trabajar? ¿Y las enfermeras que viajan a cualquier rincón del planeta para pasarse varios meses trabajando, también sin cobrar, poniendo todo su saber y recursos para curar a pacientes que jamás han pisado un hospital? Entiendo que las leyes están ahí para poner garantías, seguros, para evitar problemas… Está bien. Pero, ojo. No nos convirtamos en rigurosos burócratas. Una sola persona es más grande que todas las leyes. Y esto, el mundo del voluntariado lo sabe muy bien.

Publicar comentario

solucionesong.org
Un proyecto de