De la web a la azada: nuestra experiencia de voluntariado en la huerta Mil Historias

Este año, una parte del encuentro anual que reúne a todo el equipo de la fundación lo hemos dedicado a conocer mejor el trabajo de inserción laboral de personas sin hogar que realiza RAIS en su huerta Mil Historias.

Un espléndido martes de diciembre dejamos en stand by los ordenadores y las webs para dirigirnos hasta Brunete, donde se encuentra esta huerta de agricultura ecológica en la que todo el equipo de la fundación nos remangamos para disfrutar de una jornada de “voluntariado corporativo”.

Allí nos recibieron Jokin y Julio, responsable y participante del programa de inserción laboral, respectivamente. Jokin nos explicó en qué consiste su trabajo y el programa, y nos mostró el trabajo a realizar: sanear los cultivos de acelgas y lechugas de los invernaderos, plantar manzanos y caquis, y recoger semillas de hierbabuena para luego volver a sembrar.

Las 17 personas nos dividimos por grupo y nos pusimos manos a la obra. Mientras arrancábamos malas hierbas, cavábamos agujeros para los árboles, transportábamos el compost (del buenísimo, por cierto) y los plantones, Jokin y Julio nos guiaban y enseñaban, nos hablaban de lo que hacen cada día, de los problemas que tienen, de lo que les gustaría conseguir… En poco más de una mañana, vivimos una jornada intensa de desconexión laboral y conexión con la tierra, con lo mejor de cada uno, con la satisfacción de participar juntos en algo tan palpable como es la siembra de alimentos, y en compañía de dos personas que se volcaron en hacernos sentir parte del proyecto. Un gusto.

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