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Publicado por: Ricard Valls Riera

¿El fin de las Obras Sociales en España?

24.02.11

Imagen de FMG2008 en Flickr

La reestructuración del sector de las cajas de ahorro va a tener un fuerte impacto en las obras sociales y en sus relaciones con el tercer sector social. Perderemos a corto y medio plazo, un socio estratégico que no siempre hemos valorado.

Todo tema con cola llega a su fin. Después de los escarceos en los medios sobre el futuro de las cajas las nubes y el panorama se ha aclarado de pronto. No habrá más caja de ahorro, quizá con la excepción de un modelo “sui generis” en la Caixa a presentar próximamente y, por tanto, tampoco habrá ya más obra social, al menos tal como la hemos conocido hasta ahora.

Como apuntábamos en el post anterior, al comparar el presupuesto de la Fundazione Cariplo (origen del Banco San Paolo IMI) de más de 200M€ frente al presupuesto de 500M€ de la Obra Social de la Caixa, ya ponía de manifiesto una realidad.

La conversión en banco de una caja de ahorros va a suponer necesariamente una importante reducción del presupuesto de su futura fundación y obra social. Ya el FROB establecía la prioridad de los cobros de sus créditos a la asignación de fondos a las obras sociales. A mayor abundamiento con el esquema que se propone la futura fundación (en que se van a convertir la obra social de las cajas) intentarán mantener como mínimo el 50% de las acciones. Por tanto va a suponer una reducción del presupuesto a la mitad.

Si analizamos la evolución del porcentaje de beneficios de las cajas de ahorro vemos que en los últimos 9 años han destinado a su Obra Social entorno al 27% del beneficio. En el año 2010, del que se carecen datos de momento, el porcentaje ha sido inferior debido a la necesidad de aumentar reservas, que junto a los impuestos son los 3 destinos de los beneficios de las cajas.

Sólo la distribución del 50% del beneficio de las acciones a las futuras fundaciones, supondría una reducción a la mitad, es decir, en el año 2009 hubiera supuesto pasar de los 1.107M€ a unos 550M€.

Si consideramos que del total de presupuesto de Obra Social de las Cajas se destinó en el año 2009 unos 300M€ a la financiación de organizaciones del tercer sector, la reducción sería superior al 50%, ya que hay escaso margen de maniobra en su obra propia (museos, exposiciones, centros sociales, sedes corporativas, RRHH, etc). Por lo que hay que prever una reducción a corto plazo aún mucho mayor; el presupuesto del año 2009 para financiar proyectos del tercer sector hubiera rozado escasamente los 100M€, un tercio del actual.

Más allá de las cifras, y ya en el aspecto cualitativo, hay que plantearse algunas reflexiones sobre cuál ha sido la estrategia de las Obras Sociales en su colaboración con el tercer sector durante este largo período de crecimiento:

1. Se ha promovido el gasto en inversión por indicación de las propias administraciones públicas en buena parte de las ocasiones, junto con una cierta estrategia de financiación de proyectos innovadores, pobre en su definición y concepción por parte de las Obras Sociales.

2. No se ha desarrollado una estrategia de fortalecimiento del tercer sector, en la que se han centrado las fundaciones de las antiguas cajas italianas en los últimos años. Esta circunstancia va a pasar factura a ambas partes: las obras sociales al haber mantenido un tercer sector dependiente en exceso y el tercer sector que reforzará su presión a las Cajas ante el desguace que se avecina.

3. La reestructuración de las cajas ya ha llegado a las propias obras sociales, que en algunos casos han visto reducidos sus recursos humanos para adaptarlos al nuevo entorno.

4. Para finalizar las cajas no han sido capaces de desarrollar productos financieros específicos para el tercer sector, que ahora van a tener que definir como alternativa para seguir manteniendo la relación especial que han mantenido y el propio carácter diferencial respecto a los bancos.

La creación de mecanismos de financiación de la inversión, siguiendo el modelo del Charity Bank aún en fase de desarrollo, sería la alternativa. Sin embargo, se han perdido años para consolidar un tercer sector emprendedor.

Desde mi punto de vista, quizá la nueva estructura bancaria de las cajas y sus fundaciones será más transparente en la elección de sus órganos de gobierno, actualmente difícil de entender para la mayoría de los mortales.

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